COMENTARIO A LA ETICA DEL FOTÓGRAFO
Un shock repentino, un nudo en el pecho, una mueca en el alma...Un pensamiento sin ejecución...una mano que quiere estirarse pero está atada por hilos invisibles manejados por el destino... IMPOTENCIA!!! Ese sentimiento que nos impide intervenir la vida, los momentos y la realidad.
Hay situaciones en la naturaleza que causan tal impacto pero cuando uno logra comprenderla o al menos aceptarla con sensatez puede adoptar actitudes como respuesta a ella y generar aprendizajes orientados hacia el futuro.
La impotencia nos hace actuar a partir de esa realidad inamovible del presente pues aunque no se pueda modificar se convierte en un motivo de transformación que se fundamenta en la necesidad que tiene el ser humano de intervenir su entorno.
Si se piensa en esta impotencia como un elemento dentro de la conducta de un observador del planeta pueden saldarse las deudas con la moral, la ética y la conciencia.
Mas allá de decir que es ético o no, la verdad está en la realidad detrás de una imagen que queremos capturar, saber dónde podemos o no intervenir, saber cómo podemos o no influir, identificar si la condición nos hace actuar como fotógrafo o como un ser humano dispuesto a ayudar.
